Cada uno es su propio Médico


En mis años de profesión médica he aprendido una cosa muy importante: la salud es responsabilidad de cada persona, nadie nos puede sanar, solo nosotros mismos.

Así, con esta premisa, mi tarea queda muy liberada, ya no soy la responsable de que un paciente se cure o no y más importante aún, mi trabajo toma otro sentido, el de hacer entender a todo aquel que llega a mi cómo médica, que solo la propia persona tiene los mecanismos para su sanación.

En todo caso, por toda mi experiencia en este campo, lo que yo puedo hacer es ayudar a encontrar estos mecanismos y sobretodo, hacerles conscientes de este poder inherente a todo ser humano: El poder autocurativo.

La fuerza vital es un legado que todos tenemos al nacer y hay que preservarla y no debilitarla con medicamentos, vacunas, miedos, emociones negativas, tóxicos, productos químicos en los alimentos, la ropa, las casas, radiaciones nocivas, etc.

Entonces, la sanación o la prevención en la salud no se trata de dar o administrar medicamentos, ni de hacer campañas preventivas que solo generan temor a la enfermedad y que nos llevan a consumir tecnología médica para generar gasto. No se trata de mantener el sistema sanitario y todas las empresas colaterales que se benefician; industria farmacéutica; industria de material médico (aparatos, material..); al contrario, se trata de eliminar, de sacar, todo aquello que nuestra civilización decadente ha creado.

Un niño cuando nace, a parte de la carga miasmática que puede llevar, es un ser sano y lo mejor que podemos hacer es mantener este estado de salud. 

Con las vacunas se ha implantado la idea, ya muy generalizada y potente, de que un niño al nacer necesita ser vacunado, si no quiere estar expuesto a múltiples enfermedades peligrosas. Esta es una de las grandes mentiras que planean en la conciencia social.

Un embarazo saludable; un parto sin intervención médica y respetando las fechas, los tiempos, y un entorno acogedor que genera calidez y seguridad; la lactancia materna; la no vacunación; la creación de un vínculo afectivo fuerte con los padres; tratarlo como un ser inteligente y consciente; encontrar el equilibrio adecuado entre el afecto, la comprensión, la confianza y los límites y la adquisición de auto disciplina; una atención médica respetuosa y sin medicación (solo en casos muy excepcionales), son factores que garantizan que una persona crezca con una verdadera salud. Y la verdadera salud es aquella que abarca todos los aspectos y dimensiones, la física, la emocional, la psíquica, la intelectual y la espiritual. Solamente con todos estos aspectos alineados y armónicos podemos hablar salud.

Por cierto, un aspecto que parece que no pertenece al campo de la salud y con el que me encuentro continuamente es la escuela. La educación, que también necesita un giro de 180 grados. Esta es una de las causas de malestar y enfermedad en niños o jóvenes, que por otro lado están bien sanos si tienen un ambiente doméstico adecuado.

Los Nuevos niños, los Niños del Nuevo Milenio son especiales y poderosos, pero también vulnerables a todas las aberraciones que hemos creado y necesitan y vienen a hacer cambios en todas las estructuras sociales y a menudo lo manifiestan con el propio sufrimiento. Se ponen enfermos para demostrarnos que no toleran más tanta química, tanta intoxicación medicamentosa, tanta inconsciencia de los padres, de los maestros, de los médicos....nos hablan a través de su cuerpo y sus comportamientos (hiperactividad, autismo..)
Etiquetas: consciencia, homeopatia, lactancia materna, libertad de vacunación, lua català, Medicina, pediatria .

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