Algunos virólogos de prestigio dicen que los virus no
existen como agentes patógenos.
Pero si os fijáis, virus es una palabra que cada vez se
está “viralizando” más. Se usa en diversas situaciones pero todas tienen algo
en común, peligro, ataque, enfermedad. Ha pasado a ser un icono del mal en
nuestra época.
Virus es aquel cajón de sastre que sirve para todo.
Los médicos y sobre todo los pediatras lo sabemos muy
bien. Cuando un niño tiene fiebre y otros síntomas inespecíficos, descartados
otros diagnósticos y por eliminación, concluimos que el virus es el causante. Será una
virasis, repetimos los médicos continuamente, ante esos cuadros tan comunes,
que no son más que saludables crisis de reajuste del organismo ¿Pero qué rigor
científico hay en la afirmación de que la causa es un virus?
Grandes epidemias de la historia, como la gripe española, según
dicen, fueron producidas por virus. Pero ya sabemos que lo que nos han vendido
como historia la mayoría de las veces es la versión interesada de quien tiene
el poder.
Cuando investigadores independientes miran hacia atrás se
dan cuenta de que todas las afirmaciones que se dan por ciertas, creencias que
nos han repetido hasta la saciedad, son falsas, o por lo menos no hay bases que
las demuestren. Entre ellas están por ejemplo las temidas epidemias de polio,
que tanto miedo causaron y aún persisten en la memoria colectiva. Dichas epidemias
las causaron pesticidas, pero era más fácil culpar a ese enemigo desconocido,
el virus, librando de toda responsabilidad a quienes las produjeron.
Cada tanto, nos amenazan de nuevo con un virus. Cuando no
es el Ébola, es el Zika, o el de la Gripe A. Qué suerte y que fácil disponer de
esta entidad maligna, imposible de ver, y por tanto de demostrar, para la gran
mayoría de los seres humanos.
Inventa un enemigo invisible y échale todas las culpas ¡que eficaz instrumento para crear miedo y controlar a la población!
Tenemos a personajes como Bill Gates, anunciando a menudo
que seremos víctimas de una gran epidemia por un virus aún desconocido. Una
paradoja que raya en la comicidad, si no fuera porqué su absurda afirmación,
digna de la distopía más hollywoodiana, probablemente expresa los planes que
están preparando en la trastienda estas élites globalizadoras, cuyo objetivo
es el control de la población, al precio que sea.
La tecnología informática en seguida adoptó este término,
para abundar en el miedo a ese enemigo invisible y terrorífico. Los virus
informáticos que nos pueden destruir toda la información o invadir nuestro
ordenador. Y su solución, los antivirus. Todavía me extraña que no los hayan
llamado vacunas, otra de las palabras que más utilizan los medios, los
políticos y tertulianos en general, en su sentido metafórico, de aquello que
nos protege o defiende.
Tenemos pues estos dos términos, virus y vacunas, lanzados
deliberadamente desde alguna mente pensante con toda intención, y que todos los
situados por debajo de la pirámide se encargan de replicar y viralizar, para
que nos queden bien grabadas en nuestro inconsciente colectivo.
Un arma semántica precisa, para
utilizarla convenientemente en su momento.
El virólogo Stefan Lanka niega la existencia del VIH y el
de la gripe, además afirma que no existe el virus del sarampión y ofreció una
recompensa a quien le demostrara que existía; cuando un estudiante le presentó
pruebas, se negó a recompensarlo aduciendo que no eran fehacientes, sentencia
que corroboró el tribunal supremo de Alemania, dando la razón a Lanka.
El doctor en biología y catedrático Máximo Sandín define
los virus como “paquetes de información genética”.
O Peter Duesberg, doctor en química y profesor en
Berkeley, que también niega la existencia del VIH.
Pero aun así, los virus están cada vez más presentes,
cual fantasmas, en nuestras vidas cotidianas.
Leo con estupefacción el último invento vírico: “El virus
marino que está cambiando la atmósfera” Una complicada teoría sobre virus gigantes
que afectan al plancton y como esto influye sobre la formación de nubes,
literalmente explica esto:
Lo que han
observado los investigadores es que cuando el virus EhV infecta a E. huxleyi parte de su caparazón se desprende y
terminan ascendiendo al aire. Una vez dispersadas en la atmósfera, estos fragmentos de carbonato cálcico
pasan a formar parte de un tipo de emisiones conocidas como aerosoles de
dispersión marina (SSAs, por sus siglas en inglés). “Los SSAs son partículas emitidas a la atmósfera cuando se
forman burbujas en la espuma oceánica”, explica Ilan Koren, coautora del
trabajo. “Cubren el 70 por ciento de la atmósfera y pueden servir como núcleos de condensación,
para sostener reacciones químicas y, como son reflectivas, contribuir de forma
significativa al equilibrio de radiación
terrestre (la diferencia entre cuanta energía solar absorbe el
planeta y cuanto emite de vuelta al espacio)”.
En fin, que ya están preparándonos con teorías imposibles
y complejas, para justificar las fumigaciones tóxicas con que nos envenenan
cada día. Los programas de Geoingenieria -reconocidos oficialmente y utilizados
desde hace tiempo- son una de las mayores
amenazas a la salud pública junto con las vacunas, pero ahora ya han encontrado la manera de desviar la atención y de nuevo el culpable es: un virus!
Los terribles, los chicos malos, los virus, nos
invaden, como ya se encargan de avisarnos en las grandes producciones de la
gran factoría servidora del sistema globalista: Hollywood. Desconozco el número
de filmes que tratan este tema de manera apocalíptica, pero seguro que son
muchos.
Los terribles virus, simples paquetes de información
genética imprescindibles para la vida.
Somos bacterias y virus, como dice Máximo Sandín, no
tenemos nada que temer.
NOS METEN MIEDO DESDE LA CUNA DIRIA AL ATAÚD. Y LOS MEDIOS DE INCOMUNICACIÓN LO HACEN AUN MAS REAL . FUMIGAN Y DICEN ES PARA ACABAR CON EL CAMBIO CLIMÁTICO QUE ELLOS CREAN. EL CAPITALISMO TIENE TENTACULOS DE TODOS LOS COLORES, VACUNAS , FUMIGACIONES, 5G Y LOS VIRUS QUE EN TERMINOS DE LOS DE A PIE SIRVEN IGUAL PARA UN ROTO QUE UN DESCOSIDO. GRACIAS A TI Y A LOS QUE DESTEPAN ESTA CAJA DE GUSANOS Y AYUDAN EN LAS REDES ES LO QUE NOS QUEDA.SU CREACIÓN AQUÍ SE VUELVE CONTRA ELLOS.
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